jueves, 19 de enero de 2017

AÑO NUEVO, VIDA NUEVA.

A pesar de que es un poco tarde...  y ya que no encuentro mejor forma de compartirlo que a través de mi nuevo blog, voy a escribir una pequeña reflexión acerca de la visión normalmente generalizada de cada uno de nosotros al comenzar un nuevo año.
Nos aferramos a pensar que al empezar un nuevo año tendremos la oportunidad de cambiar nuestra vida en un giro de 360, así porque sí, de la noche a la mañana, en cuestión de 12 segundos que nos marcan aquellas 12 uvas... pero siento decir que es equívoco, las cosas no son así, es solo un número, un nuevo número en nuestras vidas, la oportunidad de cambiar algo de nosotros la tenemos cada día, sea 2016, 2017 o 2050... eso no determina una modificación. Tantos propósitos que se dicen llevar a cabo, ¿por qué no cambiamos el rumbo de este pensamiento y los cumplís cada día al despertar de la cama? Aunque yo prefiero dejarme llevar, no pensar que tengo que hacer para ser feliz... en mi opinión la felicidad son instantes, buenos momentos y esos no se pueden planear, surgen... sin esperarlo, y esa es la verdadera naturalidad y magia de la vida, no planear, sin fijarnos en qué día estamos, o qué año... sin pensar, y dejarnos llevar en este viaje incansable que todos viviriamos una y otra vez.